Voy a hablar un poco de ciertos destinos turísticos que recomendaría a todo el mundo que visitara, no tanto ciudades sino lo que sería monumentos, maravillas naturales, construcciones o áreas. Están del 10 al 1, donde el 1 es mi mayor recomendación.


El Big Ben es una de las torres más conocidas en todo el mundo, pero no es solo un edificio, pertenece a todo el Parlamento londinense, que es igual de impresionante. Claro que no se puede entrar, pero sí puede recorrer cada uno de los rincones por fuera. Son tantos los detalles que se muestra en cada centrímetro cuadrado que fácil se puede estar horas de horas alzando la mirada hacia todas sus paredes nada más.

Un tesoro natural en nuestro país, con vegetación exhuberante y la posibilidad de ver prácticamente el interior de un volcán. La laguna puede verse si se tiene mucha suerte ya que la mayoría de las veces está cubierto de neblina. Es uno de los volcanes activos de Costa Rica, de hecho la última erupción fue en 1963-1965.

Uno de los puntos más famosos en la ciudad, es como revivir historia. Fue una de las principales puertas para entrar a la ciudad cuando estaba amurallada y se encuentra a un costado de la avenida más famosa de la ciudad: Unter den Linden. De noche la iluminación es majestuosa y la escultura que corona la puerta es impresionante. Es probablemente uno de los símbolos de esta ciudad.

Cargado de historia, ya que era la conexión principal entre el centro viejo de Praga y el Castillo que queda al otro extremo del río. En uno de los extremos del puente hay una torre para subir y la vista no tiene palabras, se ve prácticamente todo Praga. Además, es un puente solo peatonal, y cruzarlo es sorprendente, ya que está lleno de artistas pintando, actuando, vendedores, es como conocer un nuevo lado de Praga.

Uno de los castillos más visitados en la zona, es un gran castillo gótico que se caracterizó por resguardar las joyas de Bohemia. Existe un tour para recorrer todo el interior del castillo, sin embargo yo recomendaría reservar con anterioridad para poder ingresar a la capilla (solo se puede con reservación por internet) que está prácticamente enteramente hecha de oro. Queda en lo alto de una colina y caminar es un poco tedioso y cansado por un camino muy empinado y antiguo, pero es inevitable mientras se camina por el pueblito de Karlstejn y por el camino empinado sentirse transportado a la edad media y revivir los momentos de las personas que iban a visitar al rey o los soldados que iban a defender el castillo. Hay que ir con zapatos cómodos.

Viena en su época imperial es recordada como símbolo de lujo y alto estatus social. Lo más memorable es recorrer todas sus salas y jardines y de verdad sentirse como parte de la realeza vienesa. Se puede adquirir distintos tipos de pases para hacer recorridos por las partes a elección, yo sin embargo recomiendo el que tiene acceso a todas las áreas aunque el precio sea un poco más caro, pero así se puede disfrutar de todas las salas dentro del palacio, poder caminar por todos los jardines, caminar por un laberinto (si como los de las películas!) y hasta ver una presentación de un chef preparando un famoso strudel de manzana tan típico de la ciudad.

Traducido como el "centro viejo" de Estocolmo, voy a tomarlo como un conjunto porque así es como hay que disfrutar de este punto turístico, que se encuentra en su mayoría ubicado en la isla de Stadsholmen. Se puede encontrar la antigua bolsa de valores de Estocolmo, la Catedral de la ciudad, el Museo Nobel y el Palacio Real. En todo caso, Estocolmo es mi ciudad favorita entonces yo por mí la vería en su totalidad sin ningun problema. :-)

Edificación que prácticamente ha sido TODO en el imperio británico: palacio, fortaleza, armería, observatorio, cárcel, lugar donde resguardar el tesoro del Estado, etc. Cargado de historia desde hace casi 1000 años, cargada de leyendas y aun se conserva como si hubiera sida contruída ayer. Es posible recorrer de arriba a abajo toda la torre y sus salas, e incluso ver las famosas joyas de la corona.

Sí, es tan bonita como dicen. Impresionante y probablemente una de las construcciones más simbólicas de una región. Es fácil enamorarse de París, pero es este edificio el que de verdad me ha cautivado. Y es que desde que uno sube ya la emoción se va sintiendo. ¡Ah! Y no hay nada como ir en la tardecita ya a punto de oscurecer y hacer fila en ese momento, para que de repente uno estando abajo empiecen con el famoso juego de luces de la torre. Indescriptible. Un monumento que vería una y otra vez y no quitaría mis ojos de encima por toda mi vida.
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